Tenía que ser una vuelta de vacaciones, tenía que haber música de fondo... pero no esta, no de esta manera. El dolor ajeno se siente como propio. Impotencia.
El tiempo debería detenerse, pero basta respirar para que pasen los días.
Compás de espera, no hay receta para el dolor.
Estoy bien, muy bien de verdad, siento haberos preocupado ... es solo que como decía a veces el dolor ajeno se vuelve cercano, acongoja la impotencia, el no poder ayudar en nada.
No puedes evitar mirar a los tuyos y desear que nada cambie porque en un segundo la vida te da la vuelta.